BCE señaló que la perspectiva de la unión bancaria ha permitido, desde el verano, invertir la tendencia de la «gigantesca» huida de capitales que sufría España.
Según Peter Praet, el economista jefe de BCE, entorno a 40.000 o 50.000 millones de euros han vueldo a España desde el pasado verano.
Hay una diferencia considerable con respecto a diciembre de 2011 y agosto de 2012, cuando España «había sufrido fugas de capitales gigantescas de 300.000 millones de euros, el 30 % del PIB (Producto Interior Bruto).
En los años anteriores ya habían salido 10.000 millones.
BCE asegura que la desconfianza era tal que incluso los propios bancos colocaban su liquidez en sus filiares en el extranjero, además de la emigración de los depósitos de los particulares.