Si hay una innovación que promete ser tan revolucionaria en el mundo de las transacciones como lo fue el cajero automático en su día, estas son las criptomonedas y la tecnología que las hace posible, el blockchain. Y es que aunque grandes expertos hayan tildado a las criptomonedas como Bitcoin de estafa, o de no poder equipararse a las divisas físicas, la verdad es que poco a poco se van haciendo hueco en el mundo virtual.
Hay quienes incluso, conscientes de que particularmente el Bitcoin es una divisa de lo más inestable, se quieren valer de este hecho para hacer negocio. Tal es el caso del gestor de fondos de inversión Mike Novogratz, que ha anunciado su intención de reunir 500 millones de dólares para conformar un hedge fund para invertir en diversas monedas virtuales.
En este sentido, los expertos indican que para que las criptomonedas acaben de ser divisas serias tienen que dejar de ser meros instrumentos especulativos a ser usados en el día a día por empresas y personas. Y es que según la guía digital de 1and1 la pregunta clave a la hora de predecir el futuro de la criptomoneda gira, sobre todo, en torno a su aceptación entre los consumidores y a nivel comercial.
En este sentido, empresas como Expedia, Dell, Destinia o Microsoft ya aceptan pagos en Bitcoins. Incluso el gigante de las compras al detalle, Amazon, podría estar planeando aceptar pagos en esta moneda electrónica en un corto plazo de tiempo. Ya parece solo cuestión de tiempo pues, que empresas vayan aceptando pagos en esta divisa virtual.
Por otro lado, los estados generalmente están siendo más cautelosos con el tema de las monedas electrónicas, incluso posicionándose en contra de ellas, como es el caso del gobierno chino que recientemente ordenó a los operadores de criptomonedas en China que cesaran sus operaciones. Hecho que hizo que las cotizaciones de diferentes monedas electrónicas se desplomaran considerablemente.
Sin embargo, en el país nipón algunos de los bancos más importantes, con Mizuho a la cabeza, han decidido poner en marcha su propia moneda electrónica, el J Coin, y ya han mantenido reuniones con los reguladores financieros del país para estudiar la viabilidad del proyecto. Se espera que en 2020 esté todo listo para poder lanzar esta nueva criptomoneda, que será convertible a yenes y podrá ser utilizada mediante un sistema gratuito a través del Smartphone.
Una de las razones de ser de este proyecto es la alta dependencia del dinero en efectivo de la que es la tercera economía del planeta. Y es que el 70% de las transacciones se realizan de esta manera, el porcentaje más alto entre los países desarrollados. Se espera que el J Coin afecte de manera positiva a la economía ya que abarataría costes de transacción y de gestión del efectivo.
El consumidor se verá beneficiado también, ya que este sistema no cobrará ningún tipo de comisión por pagos o transferencias nacionales, y las internacionales tendrán un gasto menor que las transferencias bancarias. En contrapartida, los bancos que ofrezcan como servicio la utilización de la J Coin dispondrán de la valiosa información que supone conocer los patrones de compra de sus usuarios.