La agencia de calificación crediticia Standard & Poors ha rebajado en un escalón la nota de solvencia a largo plazo de la deuda argentina, que pasa desde B- a CCC+ con perspectiva negativa, lo que implica una calidad «muy pobre» y una alta probabilidad de impago.
La calificadora de riesgos explicó su decisión por el creciente riesgo para el servicio de la deuda de Argentina derivado de la disputa legal que el Gobierno liderado por Cristina Kichner mantiene ante los tribunales de Nueva York con los tenedores de bonos en default que no aceptaron la reestructuración planteada por el país austral.
«El juicio podría resultar en la interrupción del pago de los bonos actualmente bajo la jurisdicción de Nueva York o podría implicar que Argentina asumiera un canje de deuda (…) tales resultados conllevarían la rebaja del rating de Argentina a impago selectivo», indicó S&P.
«Creemos que Argentina hará lo posible por mantenerse al corriente con su deuda mientras se desarrolla el proceso judicial, a pesar del decreciente nivel de reservas internacionales, su limitado acceso a financiación y los crecientes desequilibrios macroeconómicos», apuntó la agencia.
Asimismo, S&P advirtió de que cualquier propuesta de pago alternativo a los bonistas que altere significativamente los términos de las emisiones de bonos en detrimento de los acreedores puede provocar una nueva rebaja de calificación.
El pasado mes de agosto, el tribunal de apelaciones de Nueva York ratificó un fallo adverso para Argentina que obligaba al país sudamericano a pagar 1.330 millones de dólares a los acreedores que no aceptaron la reestructuración de la deuda propuesta por Buenos Aires en 2005 y 2010.
La decisión judicial, sin embargo, está en suspenso hasta que la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos se pronuncie sobre la apelación planteada por Argentina en junio sobre una decisión judicial anterior.