La agencia de calificación crediticia Standard & Poor’s (S&P) ha confirmado el rating a largo y corto plazo de Bankinter en ‘BB/B’, mejorando su perspectiva desde ‘negativa’ a ‘estable’, informó la entidad.
Según informó S&P, que a medio plazo ve probable una revisión al alza de la nota crediticia, esta decisión se basa en la capacidad de Bankinter de generar beneficios recurrentes pese al contexto adverso en España y en los esfuerzos realizados para reforzar sus niveles de capital. La agencia estadounidense también valora en su decisión la calidad de activos del banco frente a otras entidades nacionales.
A pesar del contexto adverso para el sector financiero y la economía española, Bankinter cuenta a cierre del primer trimestre de 2013 con una tasa de morosidad de 4,5%, menos de la mitad que el conjunto del sistema, y una ratio de capital del 10,8%, que le afianza como una de las entidades más sólidas y solventes de España.
En este sentido, S&P considera que este bajo nivel de mora y las menores exigencias de provisiones en un futuro, tras las dotaciones extraordinarias exigidas al sector financiero en 2012, tendrán un impacto positivo en el beneficio orgánico de Bankinter y en su capacidad de generar capital.
En su informe, la agencia de rating también valora positivamente el cambio de modelo de negocio llevado a cabo por Bankinter, que ha reducido su elevada dependencia de la actividad hipotecaria, de bajos márgenes, para centrarse en crecer en el negocio de crédito a empresas y en el segmento de clientes de banca privada.
También destaca el esfuerzo realizado por el banco para cambiar su ‘mix’ de financiación, reduciendo la dependencia de los mercados mayoristas a favor de un mayor peso de la financiación minorista.
Esta tendencia se aprecia en la evolución del ratio de depósitos sobre créditos, que cerró el primer trimestre de 2013 en el 69,1% frente al 44,5% de hace cuatro años. El uso de las líneas de crédito del BCE, según S&P, da tiempo a Bankinter para avanzar en este proceso y alcanzar una adecuada estructura de financiación y liquidez.
Según S&P, este conjunto de factores compensan los riesgos de un empeoramiento de la economía española y del sector financiero en particular.