La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings ha rebajado en tres escalones la calificación de la deuda de Grecia a largo plazo, desde BB+ hasta B+, debido a las dificultades para cumplir con sus objetivos de déficit y al riesgo de que sea necesaria una reestructuración de la deuda, al tiempo que ha situado el rating en revisión para una posible rebaja.
Fitch argumenta que la rebaja de la calificación refleja la magnitud del desafío al que se enfrenta el país heleno para implementar el «radical» programa de reformas fiscales y estructurales necesario para garantizar la solvencia del estado y las bases de una recuperación económica sostenida.
Asimismo, recalca que, ante el incremento de los riesgos políticos y para la implementación de este programa, son necesarias nuevas medidas de austeridad fiscal para cumplir el objetivo de déficit del 7,5% del PIB previsto para este año, debido al bajo rendimiento de los ingresos fiscales y a un déficit en 2010 más elevado del inicialmente previsto.
Asimismo, señala que la calificación B+ incorpora la previsión de Fitch de que la UE y el FMI aporten una nueva cantidad sustancial de dinero y de que los bonos soberanos griegos no se verán sujetos a una reestructuración suave, que implicaría un rating equivalente a un default.