La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings ha confirmado el rating ‘AAA’ con perspectiva ‘estable’ de Luxemburgo, la máxima nota otorgada, debido a su economía de «muy altos ingresos» y a unas dinámicas macroeconómicas más favorables en comparación con las de sus socios europeos.
En comunicado, Fitch señala que pese a la ralentización del crecimiento del PIB, supera en casi un punto porcentual la media de la eurozona. En concreto, subraya que en el primer trimestre aumentó un 1% interanual, cuando la mayoría de los países de la unión monetaria, incluida Alemania, registraron tasas negativas.
Sin embargo, la agencia advierte de que el crecimiento de Luxemburgo es más «volátil» que el de otros países con la máxima calificación, como consecuencia de su pequeño tamaño y la importancia de su sector financiero. «El predominio de un sector financiero orientado al exterior en una economía abierta tiene riesgos macroeconómicos, y en última instancia fiscales, que no pueden ser despreciados», afirma.
En este sentido, incide en que a pesar de la fortaleza del modelo de negocio de Luxemburgo y de las ventajas comparativas del país logradas a lo largo de las últimas décadas, las finanzas son un sector «arriesgado y a menudo volátil, expuesto a ‘shocks’ exógenos, especialmente en una unión monetaria que experimenta cambios estructurales».
Tras las últimos acontecimientos, Fitch ha reducido su tasa de crecimiento potencial en el medio plazo a un rango de entre 1,5% y 2%, lo que refleja principalmente una contribución más débil de la productividad. «Sin embargo, Fitch mantiene su opinión de que la economía luxemburguesa crecerá más rápido que la de la eurozona en el medio plazo», añade.
Por otro lado, la agencia señala que la perspectiva ‘estable’ del rating significa que no prevé actualmente acontecimientos que puedan provocar un cambio de la calificación, pero alerta de que en el futuro la situación podría evolucionar de manera que lleve a cabo rebajas de la nota bien individuales o bien colectivas, debido, por ejemplo, a una reintensificación de la crisis de la eurozona o a turbulencias en el sector financiero.