La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings ha confirmado el rating ‘AAA’ con perspectiva ‘estable’ de Alemania, la máxima nota otorgada, ya considera que el país ha cumplido «con creces» algunos de sus objetivos fiscales y que se han reducir los riesgos derivados de la crisis de la eurozona.
En concreto, subraya que el balance estructural general del Gobierno registró superávit en 2012 por primera vez desde la reunificación, cumpliendo con el objetivo a medio plazo marcado por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento y mejorando lo establecido en la Constitución alemana. Además, esto ha ayudado al Gobierno a superar su objetivo de balance fiscal por segundo año consecutivo.
La agencia considera que el ratio de deuda respecto al PIB ha alcanzado sus máximos y Alemania tiene «todos los ingredientes para una senda descendente de la deuda pública». «La economía está creciendo, la posición presupuestaria es relativamente favorable y los tipos de interés nominales son bajos», subraya.
Asimismo, considera que se han aliviado los riesgos de los pasivos contingentes por la crisis de la eurozona, lo que refleja el reciente fortalecimiento de las medidas de gobernanza de la unión monetaria, que ha consagrado la consolidación fiscal en las política económicas nacionales.
Sin embargo, y pese a las medidas adoptadas por el Banco Central Europeo (BCE), Fitch cree que la crisis de la eurozona aún no ha terminado y requería más ajustes estructurales y fiscales a nivel nacional, un mayor progreso hacia la unión bancaria y un recuperación económica de amplia base en toda la unión monetaria.
Por otra parte, la agencia no ve como «amenaza significativa» a la solvencia del Gobierno alemán la perspectiva de un mayor apoyo del Estado a los bancos nacionales, aunque apunta que existe una «considerable incertidumbre» sobre los parámetros de los próximos test de estrés de la primera mitad de 2014 y la revisión de la calidad de los activos que hará el BCE.
Por otro lado, apunta que el esfuerzo de ajuste fiscal necesario para lograr la sostenibilidad a largo plazo de las cuentas públicas debido a unos mayores costes por el envejecimiento de la población es menos de la mitad en comparación con la media europea.
Sin embargo, avisa de que la reducción de la población y la masa laboral es un factor «clave» del potencial de crecimiento económico «relativamente bajo» que tiene Alemania en el largo plazo, ya que la agencia prevé que el PIB aumente entre un 1,25% y un 1,5%.
Fitch destaca que Alemania tienen una economía de alto valor añadido con un sector manufacturero competitivo y unas instituciones sociales, civiles y políticas eficaces. Además, recuerda que es el principal emisor de la eurozona, lo que le da una «significativa flexibilidad de financiación fiscal», y que tiene una elevado superávit por cuenta corriente y una fuerte posición inversora a nivel internacional.
PERSPECTIVA ESTABLE.
La agencia señala que la perspectiva ‘estable’ del rating significa que no prevé actualmente acontecimientos que puedan provocar un cambio de la calificación, pero alerta de que en el futuro la situación podría evolucionar de manera que lleve a cabo rebajas de la nota bien individuales o bien colectivas.
Así, sería negativo para Alemania una intensificación de la crisis de la eurozona, ya que es el principal contribuyente a cualquier paquete de rescate y su sector financiero tienen una exposición significativa a las economías de la periferia de la eurozona.
Otra amenaza sería que su ratio de deuda, actualmente en el 81,9% del PIB, aumente hasta el 90% o el 100% como consecuencia de un estancamiento prolongado de la economía, un debilitamiento de su posición presupuestaria o un mayor apoyo del Estado a la banca.