La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings ha confirmado el rating ‘BBB+’ con perspectiva ‘estable’ de Irlanda tras cumplir de forma constante con el programa acordado con la ‘troika’ –la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)–, y cree que esto le permitirá dar por finalizado el rescate a finales de este año, tal y como está previsto.

La agencia señala que Irlanda ha registrado más progresos en su programa de consolidación fiscal y ha afianzado su acceso a los mercados en 2013. «Los objetivos fiscales del programa de la troika se han cumplido de forma consistente, respaldados por el fuerte compromiso político, y el programa terminará en diciembre de 2013, en línea con el calendario previsto», afirma.

En su opinión, Irlanda saldrá del programa de la troika como «un país altamente endeudado con un modesto potencial de crecimiento en el medio plazo», lo que implica que para mantener su deuda en una senda descendente necesitará un gran superávit primario durante un periodo prolongado.

Además, advierte de que los riesgos financieros serán elevados en el medio plazo porque las necesidades de financiación del país superarán los 20.000 millones de euros entre 2016 y 2021.

En este sentido, destaca que Irlanda ha regresado con éxito a los mercados desde julio de 2012 aprovechando la mejora de confianza de los mercados. Además, recuerda que el Gobierno irlandés está financiado hasta 2014 y contaba con unas reservas de efectivo en septiembre de 20.000 millones de euros.

Por otro lado, Standard & Poor’s advierte de que, a pesar de los progresos de los últimos años, los planes de consolidación fiscal para 2014 y 2015 son «sustanciales» y las medidas aún deben ser especificadas.

Asimismo, sólo espera una modesta recuperación económica, de en torno al 1%, a principios de 2014 después de dos años de estancamiento. Sin embargo, el desempleo ha caído hasta el 13,7% en el segundo trimestre de 2013 desde un máximo del 15% en el primer trimestre de 2012.

Respecto al sector bancario, destaca que aún persisten las vulnerabilidades pese a la recapitalización del sector bancario y los renovados esfuerzos para acelerar las resoluciones hipotecarias. Así, añade que la calidad de la cartera de préstamos se ha deteriorado y es sensible a la senda de las economía y a las políticas aprobadas.