La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings ha confirmado el rating ‘BBB+’ con perspectiva ‘negativa’ de Italia ante los «sustanciales progresos» del país en la consolidación fiscal, la estabilización de su deuda o el fin de la recesión, según informa la agencia en un comunicado.
En concreto, destaca que Italia registrará en previsiblemente en 2013 un superávit primario del 2,4% del PIB y un déficit estructural del 0,4%, cifras que se acercan al objetivo de un presupuesto equilibrado para el medio plazo. Además, en mayo la UE sacó a Italia del Procedimiento de Déficit Excesivo tras reducirse hasta el 3% en 2012, 2,3 puntos porcentuales menos.
En esta línea, destaca que la deuda pública bruta alcanzará un máximo del 133% del PIB en 2014, un escenario peor que el preveía Fitch en marzo debido principalmente a medidas «excepcionales». La agencia cree que seguirá por encima del 120% hasta 2018, dejando poco margen fiscal para hacer frente a ‘shocks’ negativos.
Asimismo, señala que probablemente la recesión iniciada en el tercer trimestre de 2011 concluya en la segunda mitad de este año. Según sus previsiones, la economía italiana se contraerá un 1,8% en 2013, para después crecer un 0,6% en 2014 y un 1% en 2015.
«El potencial de crecimiento de Italia es débil comparado con otros miembros de la eurozona y con países con ratings similares», añade Fitch, quien afirma que está calificación se ve respaldada por una economía «relativamente rica, de alto valor añadido y diversificada con niveles moderados de endeudamiento del sector privado».
Por otro lado, cree que existen «moderados» riesgos fiscales derivados de su vínculo con el sector bancario, que cuenta con una posición presupuestaria cercana a la necesaria para estabilizar la deuda y que su sistema de pensiones «sostenible» apoya la confianza en la solvencia a largo plazo del Estado italiano.
En esta línea, defiende que el país ha demostrado su flexibilidad para financiarse y su resistencia durante la crisis, reflejando una fuerte base de inversores nacionales y un vencimiento medio de su deuda de 6,4 años. Además, los costes han descendido «significativamente» desde mediados de 2012.
La perspectiva ‘negativa’ de la deuda refleja algunos riesgos que podrían llevar a un rebaja de la calificación, como unos resultados fiscales o económicos que reduzcan la confianza en la trayectoria de la deuda, nuevas turbulencias políticas que paralicen la adopción de medidas, una recesión mas profunda y larga de la esperada o unas significativas necesidades de inyección de capital público en los bancos del país.