La tasa de morosidad soportada por los bancos españoles, que ya el pasado mes de junio alcanzó un máximo histórico del 11,61%, continuará al alza los próximos meses como consecuencia de la debilidad de la economía española y el deterioro de la calidad de los activos, según ha advertido la agencia de calificación crediticia Moody’s.
«Esperamos que el incremento de los préstamos en riesgo de mora de los bancos españoles continúe dada la persistente debilidad de la economía española, incluso a pesar de que esperamos que la contracción económica de España toque fondo en la segunda mitad de este año», indican los analistas de la agencia.
En este sentido, la calificadora de riesgos señala que los préstamos problemáticos siguen aumentando como consecuencia de una crisis económica que provoca un persistentemente elevado nivel de paro y alimenta una «crisis inmobiliaria crónica».
Moody’s advierte también de que otro de los factores que explican el repunte de la mora es el menor volumen de crédito en junio respecto a noviembre de 2012, cuando con una tasa del 11,38% la morosidad había marcado el anterior récord.
A este respecto, aparte de las transferencias a la Sareb, Moody’s señala que la menor demanda de crédito, los criterios más estrictos para la concesión de préstamos y la búsqueda por parte de los bancos de una mayor liquidez mediante el desapalancamiento han contribuido a reducir el volumen de préstamos.
Asimismo, la agencia explica este empeoramiento de la ratio de morosidad por la nueva exigencia del regulador de que los bancos reclasifiquen como préstamos en riesgo de mora algunos créditos que anteriormente tenían la consideración de viables tras ser refinanciados o prorrogados.
Por otro lado, Moody’s advierte de que los bancos españoles probablemente también sufrirán los efectos de un deterioro de la calidad de los activos más allá de lo que refleja la tasa de morosidad debido a las ejecuciones hipotecarias y los pagos en especies que algunas entidades están aceptando por parte de deudores en apuros.
«La rentabilidad de los bancos españoles sufrirá por el aumento de la morosidad, que provoca un incremento de los activos sin rendimiento y que requieren un aumento de las provisiones en un momento en el que los bajos intereses ya afectan sus márgenes por intereses netos», añade la agencia