El Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) quedará en mínimos tras los pagos pendientes del rescate de la CAM y las cajas catalanas.

Saldrá más de 3.000 millones en 2020 frente a los 1.300 millones de ingresos que recibe cada año el FGD de los bancos en concepto de cuotas.

El FGD cuenta actualmente con un patrimonio que apenas supera los 2.000 millones, cuatro veces menos de los niveles precrisis, aunque mayor que en la crisis financiera del 2011 que estuvo incluso en negativo.

¿Es suficiente para cubrir en caso de quiebra de un banco?

Teniendo en cuenta que el FGD cubre 100.000€ por cada ahorrador y banco, en caso de quiebra de un banco, 2.000 millones de euros se antoja muy poco para devolver todo el dinero a los clientes.

Quizás un pequeño banco como el caso de la quiebra del Banco de Madrid en 2015, pero si es una entidad algo superior, pues sería imposible.

Pero el procedimiento de rescate de una entidad grande es diferente, se utiliza el dinero del FGD para intentar salvar el banco con una venta o una liquidación. Es el caso del Banco Popular que se vendió al Santander por 1€.

Y si a pesar de todo, se necesitara más dinero, la web del FGD informa que:

«En caso de necesidad, el FGD podrá acordar que las entidades de crédito adheridas realicen contribuciones extraordinarias y podrá captar recursos en los mercados de valores, préstamos o cualesquiera otras operaciones de endeudamiento«.

Es una escena impensable que el dinero garantizado de los ahorradores se pierda, habría pérdida total de confianza en los bancos, las retiradas de dinero serían masivas y no hay liquidez para todos.

El dinero que guardamos en los bancos no está líquido, está invertido en acciones, bonos, deuda, propiedades, préstamos, etc.

Habría corralito y quiebras generalizadas, sería el fin del sistema financiero actual. Aunque tuvierais vuestro dinero en casa, los billetes tendría menos valor que el papel higiénico. ¿Ocurrirá?