La agencia de calificación Standard & Poors rebaja la máxima calificación a la deuda de Estados Unidos, que pasa de AAA a AA+.
La degradación de la calificación de la deuda de EE.UU. supone un jarro de agua fría tanto para la economía estadounidense, aún en frágil recuperación, como para economía mundial debido a la estrecha interconexión financiera internacional.
Si bien los analistas no se ponen de acuerdo en las consecuencias exactas de esta rebaja, lo cierto es que añade dudas a una ya de por sí sombría perspectiva económica de EE.UU., que muestra un lánguido crecimiento y parece incapaz de rebajar los niveles de desempleo.
La rebaja está motivada porque la consolidación fiscal acordada por el Congreso y la Administración se queda corta, de lo que sería necesaria para estabilizar la dinámica de deuda a medio plazo del Gobierno.
En su nota, Standard & Poor’s además remarcó que podría rebajar la calificación a AA dentro de los próximos dos años ya que la efectividad, estabilidad y previsibilidad de los legisladores e instituciones políticas de EE.UU. se han debilitado en un tiempo de desafíos fiscales y económicos.