Año tras año, las personas que consiguen un nivel mínimo de ingresos, se enfrentan a la declaración de la renta. El resultado de la misma se espera con cierto nerviosismo, ya que puede salir a devolver, pero también puede darse el caso de que haya que pagar a Hacienda.

Pues bien, un problema bastante común entre los contribuyentes, es que estos no disponen de información suficiente acerca de aquello que pueden deducir y lo que no en su declaración. Esto ocurre por ejemplo con los seguros, que constituyen uno de los aspectos menos conocidos y que pueden traer más quebraderos de cabeza a la hora de presentar los datos ante la Agencia Tributaria.

Hay que tener en cuenta que no todos los seguros se pueden desgravar. Así las cosas, es especialmente conveniente discernir cuáles son aquellos de los que se puede beneficiar el contribuyente, y de cuáles no.

Seguros no asociados a la hipoteca

Aquí se pueden dar dos opciones. Una de ella es el seguro de vida ligado a plan de ahorro, el cual permite deducir 10.000 euros como máximo, si el contribuyente tiene menos de 50 años, y hasta 12.500 euros, en caso de que tenga más edad. De no estar ligado a un plan de ahorro, este seguro de vida no desgravará, salvo que el contribuyente sea autónomo.

La otra es el seguro de hogar. Si el contribuyente no cuenta con un seguro de hogar ligado a la hipoteca, o bien si adquirió la vivienda después de 2013, de modo general, este no será desgravable.

Compra de una vivienda

Aquí lo importante es que el contribuyente sepa cuáles son los requisitos de la normativa local, ya que, según donde resida, podría aplicar la deducción autonómica. En caso de que el contribuyente sea propietario de un inmueble en alquiler, este podrá desgravarse todos los gastos necesarios para conseguir su arrendamiento, lo cual incluiría, entre otros, el seguro de hogar o de impagos.

Planes de pensiones

Uno de los reclamos más importantes cuando se adquiere un plan de pensiones es el de las ventajas fiscales, dado que estas reducen la base imponible del IRPF. Según los expertos, quienes más se benefician de este servicio son quienes cuentan con mayores ganancias. Hay que tener en cuenta que quienes hayan contratado este seguro, tendrán que incorporar los datos correspondientes en la casilla 516.

Seguros para coches

Los seguros de coche no desgravan en el IRPF. Tan solo podrán beneficiarse de este los autónomos que puedan justificar que su actividad está ligada necesariamente al uso del coche para la profesión a la que se dedican, y nunca para cuestiones de ocio.

Ponte en manos de los profesionales, o lo barato te puede salir caro

Un error en la declaración de la renta puede producir muchos quebraderos de cabeza. Entre otros motivos, porque puede suponer que una declaración que habría de resultar a devolver, finalmente salga a pagar. Ante esta situación, lo mejor es poner este tema en manos de los profesionales. Los gastos de una gestoría no son nada si se comparan con los que se puede tener que afrontar por un fallo en la declaración.