Standard & Poor’s (S&P) ha rebajado la calificación crediticia a largo plazo de la Comunidad Valenciana desde ‘A+’ a ‘A’, situándola bajo vigilancia negativa (posible revisión en 3 meses) por su debilidad para hacer frente a la ejecución presupuestaria de 2010.
A su vez, S&P ha rebajado también el ‘rating‘ del Instituto Valenciano de Finanzas a ‘A’, y lo sitúa en vigilancia negativa. La rebaja de la nota de la deuda de la Comunidad Valenciana está basada en el deterioro de la ejecución presupuestaria y de la carga de deuda, explicó S&P.
La caída de ingresos debida a la crisis económica española y las dificultades para poner en práctica medidas de recorte de gasto con altos costes políticos han debilitado la ejecución presupuestaria de la Comunidad Valenciana, añadió la agencia de calificación.
En este sentido, S&P considera que dada la «débil» ejecución presupuestaria correspondiente a 2010, restaurar el equilibrio presupuestario en un plazo razonable requerirá «intensos» esfuerzos.
Además, la agencia de calificación advierte de que si la Comunidad Valenciana no restringe fuertemente el crecimiento del gasto, el proceso de ajuste fiscal sufrirá probablemente retrasos adicionales y la deuda seguirá acumulándose.
Sin embargo, la valoración de S&P se realiza bajo la perspectiva de que el Gobierno central ayude a sostener las finanzas regionales inyectando fondos adicionales a aquellas áreas que lo requieran y de la aplicación de «fuertes» medidas de austeridad.