La agencia de calificación de riesgo S&P ha colocado el rating a largo plazo de Banco Santander en revisión positiva para elevarlo un escalón desde el actual ‘BBB’, tras un cambio de metodología de la agencia sobre la relación entre las notas de las entidades financieras y los países en los que se encuentran radicados.
En concreto, S&P permite ahora que un banco pueda superar en dos escalones la calificación otorgada a los bonos soberanos. En la actualidad, la entidad presidida por Emilio Botín cuenta con una calificación superior en un escalón a la del Reino de España, que la agencia colocó en ‘BBB-‘ en octubre de 2012.
Con la crisis de deuda soberana en su momento álgido, los recortes aplicados por las agencias de calificación a países como España obligaron a rebajar también el rating de los bancos, que no podían ser superiores en más de un escalón a la del país en el que estuvieran radicados.
S&P está estudiando ahora si la solvencia del Santander justificaría elevar su calificación y resistiría una eventual suspensión de pagos del Reino de España. «La revisión del rating a largo plazo del Santander refleja la creencia de S&P de que hay una probabilidad apreciable de que la entidad no quebraría en un escenario estresado en el que España suspendiera pagos», explica la agencia.
S&P esgrime así que podría elevar en un escalafón la deuda a largo plazo de la entidad presidida por Botín, al tiempo que considera que la diversificación del banco le permitiría limitar su exposición a España.
06 de julio del 2017
S&P, Moody’s y DBRS deja sin cambios el rating de Bankia tras el anuncio del acuerdo para la absorción de Banco Mare Nostrum (BMN).
28 de noviembre del 2014
Standard & Poor’s (S&P) ha elevado la calificación crediticia (rating) de 7 entidades financieras españolas y la confirmado la nota de otros 7 bancos.
17 de noviembre del 2014La agencia de calificación crediticia Standard & Poor’s (S&P) ha confirmado este viernes el rating ‘BBB’ con perspectiva ‘estable’ de la deuda soberana de España, pero alerta de los riesgos que para la economía puede generar un entorno político «fragmentado» tras las elecciones de 2015.